La Mujer de los Perros
«Nana fue el primer film en el que descubrí que no se copia a la naturaleza, sino que hay que reconstruirla, que toda película, todo trabajo con pretensiones artísticas debe ser una creación, una creación buena o mala. Descubrí, en fin, que era mejor inventar, crear algo malo que contentarse con copiar a la naturaleza, por muy brillantemente que se haga’» Jean Renoir – Entrevista de Jaques Rivette y Francois Truffaut
Soñamos con que algún día cada película se piense como un nuevo invento del cine, como una nueva conversación con las imágenes y los sonidos. Cada película debería justificar su existencia y cada universo narrado tendría que sólo poder debatirse en términos de imágenes y sonidos. Que exista ese universo nuevo porque es un film el que le da la vida. Una construcción que nace gracias a una película. Una creación, que para nada tiene como objetivo la ilusión de la realidad.
El cine no debe reflejar la realidad. Más bien el cine tiene que inventar la realidad. Puede acercarse a ella, apenas tocarla, puede utilizarla, puede recortarla. Pero no manipularla.
Las cosas están ahí, ¿Para qué manipularlas?, se preguntaría Rossellini.
Tocarla con respeto, replicará André Bazin.
Inicialmente, el objetivo de esta película – La Mujer de los Perros – no fue tan claro como el problema cinematográfico que nos impuso desde el primer momento: ¿Cómo hacer para que un film que se desarrolla, se desenvuelve y se acerca de manera tan directa al mundo real, no nos devuelva una imagen cerrada del mundo, una imagen ilusoria de la realidad?.
La Mujer de los Perros es una película cuya protagonista es una mujer que vive en una zona marginal, con una jauría de perros en un rancho en el conurbano bonaerense. El contexto en el que vive este personaje incluye a la ciudad de Moreno, su dique y sus alrededores. Algunos de los pocos personajes secundarios que aparecen son habitantes de la zona. Este film incluye también un hospital público y calles atestadas de gente. Incluye la basura, la sed, el sueño, las tormentas, la sequía, el frío y la vida fuera de un sistema.
Pero este film en nada se parece a la realidad.
O bueno, quizás un poco.
Laura Citarella
Verónica Llinás